Maruja Mallo

Shirley Mangini
Ediciones Circe, 2012

La hispanista Shirley Mangini compone el mejor trabajo de investigación, publicado hasta la fecha, sobre la pintora española Maruja Mallo –nacida en Vivero, Lugo, en1902–, y que abarca su vida en el Madrid de la preguerra, el exilio en Argentina y su retorno a España, hasta su fallecimiento en 1995.

A través de estas páginas suscita el interés por esta figura atractiva y de variadas aristas, inteligente y rompedora. Admitida tras el severo examen de ingreso en la Real Academia de San Fernando, cuyo profesorado describe como profundamente misógino, iniciaría una relación de amistad con Salvador Dalí y, a través de la Residencia de Estudiantes, con otras figuras que conformarían la vanguardia intelectual y artística de preguerra en nuestro país, desde Rafael Alberti a Remedios Varo, Miguel Hernández, María Blanchard, Victorina Durán, Concha Méndez, Neruda, Granell, María Martínez Sierra o Federico García Lorca.

Abierta y desenfadada, su obra artística así como sus relaciones personales y amorosas están presentes en abundantes anécdotas –como la del concurso de tacos realizado en el bar San Millán del barrio de La Latina en el que ganó, junto a Alberti, el segundo premio– conformando el perfil de una mujer de personalidad fuerte, con criterio propio frente a sí misma y frente al mundo, que sorprende por su libertad y modernidad en un a época en la cual a pesar de moverse en un ambiente avanzado, como era el de la intelectualidad progresista, imperaba una fuerte misoginia, ya que no pocos de sus compañeros se debatían aún con su formación religiosa de colegio de jesuitas, algunos de los cuales, incluso años después, ocultarían sus relaciones con ella, caso de Rafael Alberti que fuera su pareja afectiva e intelectual, y cuya relación e influencia no citó el poeta siquiera en sus memorias.

De estas paginas emerge una artista que bebió las influencias del futurismo, del constructivismo, del ultraísmo, del cinematismo y del surrealismo, que exploró el esoterismo y que jugó a lo largo de su vida a mostrar y ocultarse tras el maquillaje de su rostro como mascara a veces protectora, a veces esperpéntica.

Todo lo ha ido rastreando la autora a través de la lectura de obras, biografías, Entrevistas, publicadas o directas, mantenidas con conocidos y familiares que  conforman un muy rico y complejo mapa personal y una aproximación en la que  tiene también especial cuidado en nombrar a las numerosas mujeres que con  diferentes aportaciones enriquecieron nuestra cultura en las primeras décadas del siglo XX.

Así la obra de Mengini rebasa lo que se puede esperar de una biografía al uso para trasladar al lector un vivo retrato del Madrid semiagrícola de preguerra, con carros de caballerías por las calles, la emigración que acude al calor de la industrialización incipiente y la construcción del  metro, o donde conviven exilados de la Gran Guerra con los huidos de la revolución rusa. Un Madrid efervescente en el que Residencia de Estudiantes, bajo la dirección de Jiménez Fraud, recibe de manera habitual en conferencias y seminarios a figuras tan diversas como Ortega y Gasset, Emilia Pardo Bazán o la bailarina La Argentinita; a científicos como Einstein o Mari Curie; a escritores como Louis Aragon, H.G. Wells o Paul Valery, a compositores como Falla, Andrés Segovia, Ravel, Poulenc, Stravinsky; a arquitectos como Gropius o Le Corbusier.

El libro de Mangini resulta extraordinariamente ameno y se prolonga en un rico anecdotario, abundante bibliografía y un índice onomástico que le añaden valor, pues no solo rescata para nuestra memoria colectiva la atractiva figura de Maruja Mallo y su época sino que abre nuevas líneas de trabajo para quien desee continuar investigando aspectos y personalidades de una época que la autora demuestra conocer en profundidad.