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El Museo Picasso de Barcelona acoge la exposición Lola Ruiz Picasso, homenaje a Lola  y su celo en la conservación de la obra de su hermano, y al mismo tiempo una demostración del cariño que se profesaron a lo largo de sus vidas.

Tres años después del nacimiento de Pablo, en diciembre de 1884 nacía en Málaga María de los Dolores (Lola), segunda hija del matrimonio formado por José Ruiz y María Picasso. La familia se instaló en Barcelona en 1895, tras haber pasado unos años en La Coruña (octubre de 1891 – abril de 1895). En 1909, Lola se casó con el doctor Juan Bautista Vilató Gómez y tuvieron siete hijos.

Hija, hermana, madre y abuela de pintores, Lola también se inició en la práctica artística. En esta exposición se muestran los dibujos que realizó entre 1896 y 1900.

La vida de Lola está íntimamente ligada a la de su hermano Pablo Ruiz Picasso. En los años juveniles, ella fue su principal modelo femenina y, tras la partida del artista a París, mantuvieron el contacto a través de una nutrida correspondencia que permite entrever el gran cariño que se profesaban, así como el vínculo emocional del artista con España, Cataluña y Barcelona. Esta exposición presenta una selección de cartas, postales, documentos y fotografías que testimonian esta estrecha relación.

Tras la muerte de su madre María, Lola asumió el papel de “guardiana del tesoro”. Ella y su familia custodiaron celosamente los cuadros, dibujos y cuadernos que Pablo había dejado en Barcelona al instalarse en la capital francesa. Después del fallecimiento de Lola en 1958, sus hijos, los hermanos Vilató Ruiz, prosiguieron con esa labor de resguardo y conservación hasta la donación del artista a la ciudad de Barcelona en 1970.