Carmen Laffón
Concebida y realizada junto al Museo Patio Herreriano de Valladolid, la exposición La sal de Carmen Laffón (Sevilla, 1934) reúne 37 obras de gran formato realizadas por la artista en fechas recientes. Laffón, una de las pintoras más importantes activas desde la segunda mitad del siglo pasado, vuelve a demostrar un interés por la observación del lugar, un ejercicio en el que la voluntad de narrar no está exenta de un fuerte contenido emocional.
Las obras reunidas en esta exposición ofrecen una mirada igualmente atenta a las salinas de Bonanza de Sanlúcar de Barrameda, Cádiz, de ahí su título. La zona de la desembocadura del Guadalquivir, entre Cádiz y Huelva, y con el Coto de Doñana como motivo y testigo privilegiado del hecho pictórico, es el lugar desde el que la artista sevillana viene desplegando su pintura más suelta y libre. También la más ambiciosa, pues los formatos que aquí aborda son inusitadamente grandes. Las pinturas en concentrados tonos grises y aquellas otras de encendidos tonos azules revelan un interés por el trabajo en serie y se centran en el estudio detenido de unos lugares, las salinas, que tal vez no sean el motivo más habitual en la tradición de la pintura de paisaje, y es ahí donde reside su modernidad, pues, además, estos cuadros últimos ahondan en la singularidad geográfica, modelada por siglos de avatares históricos que han condicionado la realidad física, económica y social de la zona.
La muestra presenta también un importante conjunto de bajorrelieves en torno al mismo motivo, realizados en fechas recientes, que revelan de nuevo un interés por la línea del horizonte, un elemento inseparable de la experiencia contemplativa de toda una vida. A ellos se suman en primicia un conjunto de grandes dibujos que ahondan en el tema realizados durante los meses de confinamiento, momento en el que la artista ha continuado trabajando.
Comisariado: Juan Antonio Álvarez Reyes y Javier Hontoria
Hasta: 28 de febrero 2021
La Ribot
‘Manual de uso’ es una exposición de La Ribot (Madrid, 1962) en la que se muestra un recorrido por sus trabajos de los últimos veinte años. Las obras que integran la exposición están, como todo su trabajo, en unión compacta de la danza con las artes visuales. Para una artista que se mueve entre ambos mundos, entre teatros, auditorios, salas de exposiciones, museos e incluso ferias de arte, muchas de sus creaciones han sido concebidas en estas oportunidades que tiene para poder abordar diferentes trabajos en los que uno de los condicionantes principales es la temporalidad, una cuestión que será tratada en este proyecto en el CGAC, en el que podremos ver en directo la Pièce distinguée n.º 45, además de algunas de sus obras en vídeo, instalaciones y fotografías.
Desde principios de los noventa comienza a trabajar en la construcción de una obra distinta en la que empieza a desarrollar las Piezas distinguidas: solos de corta duración que iría acumulando en series/espectáculos desde 1993 y que juegan con los límites entre disciplinas artísticas. Algunos de estos trabajos llegaron incluso a ser adquiridos por coleccionistas, planteando cuestiones sobre lo efímero, lo inmaterial y el mercado del arte.
Sus coreografías tienen una duración que va desde apenas treinta segundos hasta las seis horas de Laughing Hole, una performance que tras su estreno en la feria Art Basel en 2006, pudo verse en Galicia en el MARCO de Vigo y continúa representándose por todo el mundo, como muchas otras de sus creaciones.
El trabajo de La Ribot está estructurado mediante un sistema que le permite investigar, expandir y cuestionar los límites espaciales y temporales de la danza y dejar atrás las fronteras entre público y artista, reconociendo también la figura de los técnicos y de los figurantes.
Comisariado: Iñaki Martínez Antelo
Hasta: 14 febrero 2021.